Redacción Internacional.-Las cataratas de Iguazú, en la frontera entre Brasil y Argentina, y consideradas una de las siete maravillas de la naturaleza, han dejado estos días deslumbrantes imágenes como consecuencia del gran volumen de lluvia en la zona.
Las fotografías divulgadas por Metsul, el servicio privado brasileño de meteorología, muestran una de las principales pasarelas turísticas del lado brasileño, que tuvo que cerrarse, prácticamente cubierta por el agua.
También se observa a los turistas desde uno de los miradores fotografiando el impresionante espectáculo del conjunto de cascadas inundadas.
El aumento del caudal obligó a cerrar la Garganta del Diablo, un conjunto de saltos del parque, hasta evaluar las condiciones de seguridad necesarias para la circulación de los visitantes.
También se canceló el acceso de los turistas a la zona de las cataratas, pero este viernes se informó que se han reabierto los ingresos de los circuitos superior e inferior.
El mayor volumen de agua se registró en 2014, cuando llegó a alcanzar los 47 millones de litros por segundo, mientras que el menor fue en 1978 con 114.000 litros de agua por segundo.
El Parque Nacional de Iguazú cuenta con 275 caídas de aguas naturales. En total, el 80 % de las cascadas están del lado argentino y el 20 % del brasileño.
Metsul calcula que este mes el caudal tendrá una media de 2,5 millones de litros de agua por segundo, lo que "garantizará una experiencia singular" para los visitantes.