BRASIL.-El expresidente brasileño Jair Bolsonaro conocerá esta semana si es condenado por golpismo, en un proceso histórico que por primera vez lleva a un exmandatario del país a los tribunales acusado de un intento de golpe de Estado. El juicio, seguido con atención dentro y fuera de Brasil, ha provocado la ira de su aliado internacional más influyente: Donald Trump.
El Supremo Tribunal Federal (STF) abrió este martes las deliberaciones con cinco jueces que deberán decidir el futuro del líder ultraderechista de 70 años y de otros siete coacusados, entre ellos exministros y mandos militares.
La fiscalía imputa a Bolsonaro la creación de una “organización criminal armada” para mantenerse en el poder tras su derrota en las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva.
Entre los delitos que se le atribuyen figuran intento de golpe, instigación a la insurrección del 8 de enero de 2023, cuando miles de sus simpatizantes invadieron y vandalizaron las sedes de los tres poderes en Brasilia, y hasta la planificación de un eventual atentado contra Lula.
De ser hallado culpable, se expone a 43 años de prisión. El veredicto se definirá por mayoría simple de los cinco magistrados y, en caso de condena, la corte deberá fijar la pena.
Arresto domiciliario y apoyo de Trump
Desde agosto, Bolsonaro cumple arresto domiciliario en Brasilia y alega problemas de salud para no acudir a las audiencias. Descalifica el proceso como una “persecución política” y se dice víctima de un intento de silenciar a la derecha.
Su causa ha despertado la intervención directa del presidente estadounidense Donald Trump, quien denunció una “caza de brujas” contra su aliado. Washington incluso aplicó un arancel del 50% a productos brasileños y sancionó al juez relator del caso, Alexandre de Moraes. La Corte, sin embargo, aseguró que no cederá ante “presiones internas o externas”.
Amnistía y tensiones políticas
En el Congreso, donde la derecha es mayoría, se prepara una maniobra para aprobar una amnistía en caso de condena. Gobernadores y legisladores bolsonaristas aseguran que cuentan con los votos necesarios. El gobernador de São Paulo, Tarcísio de Freitas, señalado como posible sucesor de Bolsonaro en 2026, afirmó que “hay votos de sobra” y criticó al STF por “ejercer la dictadura de un poder sobre otro”.
El decano de la corte, Gilmar Mendes, respondió que el tribunal es “guardián de la Constitución y del Estado de Derecho” y rechazó que sus magistrados sean “tiranos”.
Escenario electoral y divisiones en Brasil
Bolsonaro ya fue inhabilitado políticamente hasta 2030, aunque confiaba en revertir esa sanción para volver a postularse en 2026. Una eventual condena precipitaría la disputa por el liderazgo de la derecha.
Mientras tanto, el presidente Lula da Silva, de 79 años, ha dejado entrever su intención de buscar la reelección. El juicio a Bolsonaro reaviva la polarización en Brasil y es visto por muchos como un momento definitorio.
“Me da un gran placer vivir este momento de la historia brasileña. Que no quede impune”, declaró a la AFP Mauricio de Aquino Costa, profesor en Brasilia, reflejando el sentir de parte de la sociedad.