Redacción Internacional. – El endurecimiento de las reglas en la frontera de México y Estados Unidos empieza a forzar a muchos a optar por vías legales para migrar. Los cruces irregulares disminuyen, pero las causas de ese flujo amenazan con rebasar una vez más las restricciones.
«Quiero entrar legalmente», dice a la AFP el venezolano Gustavo Rodríguez en Matamoros (norte de México), luego de que Washington endureció las medidas contra la migración ilegal al expirar el viernes el Título 42, adoptado en 2020 supuestamente para frenar el covid-19.
Aunque el Título 42 se invocó para ejecutar 2,8 millones de expulsiones a México de migrantes que lograban cruzar a Estados Unidos, ahora con el Título 8, el que queda vigente, pueden ser enviados a sus países de origen y quedar vetados para pedir asilo.
Si son arrestados, también se les prohibirá ingresar de nuevo durante cinco años y podrían ser penalizados. La «frontera no está abierta», repiten desde la Casa Blanca.