SANTO DOMINGO.- El secretario Nacional del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Deligne Ascensión declaró que, al intento de sustituir la realidad por matrices de opinión fabricadas, el gobierno del presidente Luis Abinader responde con transparencia, hechos y rendición de cuentas.
En una reflexión que remite a los medios, el también alto funcionario gubernamental precisó que “no se trata de crítica política legítima —siempre necesaria—, sino de campañas orientadas a empañar la credibilidad del Estado y del liderazgo que lo conduce, lo que produce ruido y desinformación.
Advirtió que el gobierno del presidente Luis Abinader ha enfrentado ese desafío con una doctrina clara: transparencia, información y verdad. Frente a la manipulación, datos; frente al ruido, hechos; frente a la distorsión, rendición de cuentas. Esa ha sido la base de un estilo de gobernar que privilegia la luz sobre la sombra, la responsabilidad sobre la especulación.
“Algunos episodios recientes evidencian cómo sectores específicos intentan confundir la opinión pública asociando al gobierno o al partido con acciones individuales que, lejos de representar al PRM, contradicen su esencia".
La estrategia es antigua: convertir casos aislados en supuestas "pruebas" de fallas estructurales. Pero la verdad es otra, y está documentada: el gobierno ha sido el primero en respaldar la independencia del Ministerio Público; el primero en no proteger a nadie; el primero en desmontar la impunidad como regla. Nunca había existido un compromiso tan firme con la justicia, aun cuando la verdad sea incómoda”, resume.
Puntualizó que intentar convertir esa firmeza en “culpa” constituye una distorsión deliberada. Defender la verdad es defender al Estado, no al individuo.
*No dejar que otros “construyan” la realidad*
Analizó que, en política, callar ante la mentira no es prudencia, sino permitir que otros construyan la “realidad”. Por ello, la responsabilidad del liderazgo —y del partido que gobierna— es presentar la verdad con serenidad, sin estridencias y sin caer en confrontaciones estériles.
Destacó que la reciente Jornada Nacional de Verificación de las filas partidarias alcanzó la dimensión un ejercicio inédito en la política dominicana. Mientras otros actores intentan sembrar dudas sobre la integridad del partido, el PRM eligió abrir sus padrones, depurar, transparentar y fortalecer su estructura desde dentro.
“Esa decisión no es un gesto administrativo: es una señal inequívoca de madurez política y de respeto a la militancia”. Un partido que se revisa a sí mismo, que valida su gente, y que depura donde debe hacerlo, es un partido que entiende que la integridad es un activo estratégico de la democracia.
*Confianza*
El país avanza porque ha recuperado un elemento fundamental: la confianza. Confianza en que las obras se ejecutan, en que los recursos se administran con transparencia, en que la seguridad mejora y la economía se sostiene incluso en medio de turbulencias globales; en que la frontera se defiende sin vacilaciones; en que la independencia del Ministerio Público no es discurso, sino práctica.
En este momento histórico, agrega, la mayor responsabilidad del liderazgo político no es ganar debates mediáticos, sino proteger la verdad como patrimonio común de la República. Porque cuando la verdad se sostiene, el ruido se desvanece. Cuando la verdad se documenta, la manipulación pierde fuerza. Y cuando la verdad se convierte en política de estado la democracia se vuelve más fuerte.
“República Dominicana ha elegido avanzar con hechos, y esa voluntad debe prevalecer ante cualquier intento de empañar lo que se ha construido. Decir la verdad, defenderla y sostenerla no es solo una estrategia de comunicación: es un deber de Estado”, concluyó.



