Burgos ,España.– Dos de las monjas españolas excomulgadas por la Iglesia por enfrentarse a la jerarquía católica vendían a través de internet obras de gran valor artístico del convento en el que residen, hechos por los que fueron detenidas este jueves, junto con un anticuario de la localidad española de León (noroeste).
Horas después, un juzgado dejó en libertad provisional a las dos religiosas apartadas de la Iglesia, y la Guardia Civil, un cuerpo de seguridad español, también puso en libertad al anticuario investigado por un delito de receptación.
Las dos exmonjas, una de ellas la abadesa del convento, Laura García de Viedma, habían pasado a disposición judicial este viernes para prestar declaración por un presunto delito de receptación y apropiación indebida agravada al tratarse de bienes de patrimonio histórico, según informó la Guardia Civil en un comunicado.
En concreto, las dos exreligiosas son las supuestas responsables de la venta, extracción y transmisión de los bienes catalogados, mientras que el anticuario está acusado de un delito continuado de receptación al adquirir dichas piezas sin exigir acreditación de su lícita procedencia.
Las religiosas de la orden de Hermanas Pobres de Santa Clara rompieron con la jerarquía eclesiástica después de que la Iglesia les impidiera vender un monasterio para comprar otro, situándose bajo la tutela de Pablo de Rojas Sánchez-Franco, un católico excomulgado en julio de 2019 y fundador de la secta Pía Unión de San Pablo Apóstol.
Esta causa por la venta de obras de arte se suma a las múltiples denuncias cruzadas ante los tribunales entre las exreligiosas y la Iglesia católica a raíz de su cisma con el Vaticano en 2024.




