REDACCIÓN INTERNACIONAL.-Un buque de guerra estadounidense atracó este domingo en Puerto España, la capital de Trinidad y Tobago, en un momento en el que la Administración Trump aumenta la presión militar sobre la vecina Venezuela y su presidente, Nicolás Maduro.
La llegada al país insular caribeño del USS Gravely, un destructor de misiles, se suma a la del portaaviones USS Gerald R. Ford, también en aguas de la zona. Maduro ha criticado el desplazamiento del portaaviones como un intento del Gobierno estadounidense de fabricar "una nueva guerra eterna" contra su país.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha acusado a Maduro de ser el líder de la banda de crimen organizado Tren de Aragua. El Ejército estadounidense ha asesinado a más de 40 personas en las últimas dos semanas en ataques extrajudiciales en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico tras acusar a la tripulación de una decena de barcos de ejercer actividades narcotraficantes, sin pruebas.
El Gobierno de la nación gemela y de EE.UU. han anunciado que el buque de guerra permanecerá en Trinidad hasta el jueves para realizar ejercicios de entrenamiento conjuntos.
La encargada de Negocios de la Embajada de EE.UU., Jenifer Neidhart de Ortiz, ha afirmado en un comunicado que los ejercicios pretenden "hacer frente a amenazas compartidas como la delincuencia transnacional y fomentar la resiliencia a través de la formación, las misiones humanitarias y los esfuerzos de seguridad". Un alto cargo militar de Trinidad y Tobago ha declarado a The Associated Press, bajo condición de anonimato, que la medida se ha programado recientemente.




