VALDIVIA, CHILE.-Con sabores caribeños, colores vibrantes y la calidez que caracteriza a su gente, la República Dominicana se destacó con éxito en el IV Encuentro Internacional “Los Ríos al Mundo”, evento que reunió a más de 25 países en el tradicional Parque Saval de Valdivia.
La delegación dominicana, encabezada por el embajador Juan Cohen, junto al ministro consejero Joel Jonathan Delgado, los consejeros Homero Luciano, Kenia Del Orbe, Gisselle Rodríguez y la segunda secretaria María Victoria Hernández, presentó un stand que despertó gran interés entre los visitantes.
Los asistentes disfrutaron de una degustación de ron Barceló y de tabacos dominicanos Rubirosa y Realeza, productos que representan la esencia y el orgullo de la tradición dominicana. Además, se exhibieron elementos típicos de la cultura nacional, generando un espacio de encuentro y acercamiento con la comunidad local y la comunidad internacional.
El encuentro fue inaugurado por el gobernador regional, Luis Cuvertino, y contó con la participación de autoridades nacionales y regionales, así como de embajadores de la Unión Europea, Corea del Sur, Argelia, Indonesia, Palestina, Sudáfrica, Honduras, Ucrania, Países Bajos, Guatemala y Japón. La India fue el país invitado de honor en esta cuarta edición.
También participaron la alcaldesa de Valdivia, Carla Amtmann; el alcalde de La Unión, Saturnino Quezada; y los consejeros regionales Sergio Valenzuela, Juan Taladriz, Sarita Jaramillo, Camila Mattar, Mario Schmeisser, Héctor Pacheco y Ane Contreras.
Durante tres días, el público recorrió los distintos espacios de la feria, que ofreció una amplia programación cultural y gastronómica con música en vivo, talleres, conferencias y muestras internacionales.
La participación de la República Dominicana en esta importante vitrina internacional no solo permitió compartir su riqueza cultural, sino también fortalecer lazos de amistad y colaboración con otros pueblos. Entre aromas, sonrisas y ritmos caribeños, el país dejó una huella imborrable en Valdivia, recordando que su esencia trasciende fronteras y que su cultura es, ante todo, un puente que une corazones.
Por Frances Pineda