REIM, Israel . — Miles de personas se congregaron en el sur de Israel el martes para llorar a los muertos, y la nación conmemoraba el segundo aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre que sumió a la región en una devastadora guerra, mientras Israel y Hamás mantenían conversaciones indirectas en Egipto.
El principal acto conmemorativo está organizado por familias en duelo, separado de una ceremonia que el gobierno ofrecerá la próxima semana, en el aniversario según el calendario hebreo. La división refleja las profundas divisiones en torno al liderazgo del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, a quien muchos culpan por no conseguir un alto el fuego que liberaría a los rehenes que aún retiene el grupo armado.
En la Franja de Gaza, donde la ofensiva de represalia israelí ha matado a decenas de miles de personas y arrasado pueblos y ciudades enteras, los que pueden hacerlo huyen de otra invasión israelí de la Ciudad de Gaza, mientras otros se refugian en el lugar. Muchos son incapaces de hacer el arduo y costoso viaje hacia el sur.
El peor ataque en la historia de Israel
Han pasado dos años desde que miles de milicianos liderados por Hamás irrumpieron en el sur de Israel tras un sorpresivo bombardeo de cohetes. Asaltaron bases militares, comunidades agrícolas y un festival de música al aire libre, matando a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, incluidos mujeres, niños y ancianos.
Secuestraron a otras 251 personas, la mayoría de las cuales ha sido liberada en altos el fuego u otros acuerdos. Cuarenta y ocho permanecen dentro de Gaza, de las que Israel estima que unas 20 siguen vivas. Hamás ha dicho que los liberará solo a cambio de un alto el fuego duradero y una retirada israelí. Netanyahu ha prometido continuar la guerra hasta que todos los cautivos sean devueltos y Hamás haya sido desarmado.
El ataque desencadenó una serie de eventos que llevaron a Israel a combatir con Irán y sus aliados en toda la región, incluido el grupo libanés Hezbollah, que sufrió grandes pérdidas. Estados Unidos se sumó a Israel para atacar el programa militar y nuclear de Irán en una guerra de 12 días en junio.