SANTO DOMINGO.- La Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) realizó un almuerzo conmemorativo por el 63 aniversario de su fundación. En el discurso central del evento, el presidente de la entidad, Gabriel del Río Doñé, manifestó su preocupación por los trabajadores que residen en zonas marginadas y vulnerables, quienes son azotados diariamente por la delincuencia, siendo víctimas de atracos y agresiones físicas.
Del Río Doñé denunció además que muchos de estos trabajadores resultan afectados por los llamados “intercambios de disparos”, que en realidad producen muertes extrajudiciales, como el alegado enfrentamiento con agentes policiales en el sector La Barranquita, en Santiago, donde perdieron la vida cinco personas.
El dirigente sindical resaltó las luchas que ha encabezado la CASC en favor de los sectores más vulnerables del país. Señaló que la organización fundamenta sus acciones en reivindicaciones legítimas que buscan mejorar las condiciones de vida y de trabajo del pueblo, impulsando incrementos salariales para empleados públicos y privados, trabajadores del campo y la ciudad, así como pensionados y jubilados con ingresos insuficientes.
Indicó que dichos ingresos no alcanzan para cubrir el alto costo de áreas básicas como la salud, la educación, los alquileres, la alimentación, la energía eléctrica y el transporte. “No es justo que una gran parte de los asalariados del sector público, pensionados y jubilados perciban apenas diez mil pesos mensuales, cuando la canasta básica supera los cuarenta mil. Esa situación es inaceptable”, afirmó.
Del Río Doñé expresó también su preocupación por la falta de protección social de los trabajadores de la economía informal, el desempleo juvenil, el embarazo en adolescentes, la violencia intrafamiliar, la inequidad de género y la evasión fiscal. Asimismo, criticó la resistencia de algunos grupos empresariales que, en desconocimiento de las leyes, violentan la libertad sindical de los trabajadores, impidiéndoles organizarse, mientras ellos sí gozan del derecho a conformar sus gremios.
“Hoy, más que nunca, la CASC mantiene su vocación de ser un modelo sindical responsable, concertador y enérgico en la defensa de los derechos humanos, sociales y sindicales, fundamentada en principios y valores que dignifican al ser humano como hijo de Dios”, expresó.
Agregó que la entidad avanza en la consolidación de diversos programas y en el acompañamiento a las organizaciones que forman parte de la central sindical.
El Almuerzo de la Confraternidad de la CASC, celebrado en un hotel del Distrito Nacional, contó con la presencia de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña; el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Luis Henry Molina; el ministro de Trabajo, Eddy Olivares; el ministro de Industria y Comercio, Víctor Bisonó; el senador Antonio Marte; el presidente del Conep, Celso Juan Marranzini; el director del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), Rafael Santos Badía, entre otras personalidades.