Redacción Internacional.-Los equipos de rescate de montaña de la Guardia di Finanza mantienen una vigilancia constante en el Monte Etna para garantizar la seguridad de los turistas que visitan el volcán activo más alto de Europa, mientras los datos científicos indican una disminución en la intensidad de la actividad eruptiva actual.
Según declaraciones del comandante de la estación Paolo Bernardini de la Guardia di Finanza en Nicolosi, los equipos de rescate están desplegados principalmente para monitorear el flujo de turistas que acceden al volcán acompañados por guías autorizados. “Estamos aquí principalmente para monitorear la afluencia de turistas, que están todos acompañados por guías. Pero también nos aseguramos de que los propios guías respeten sus obligaciones. Es decir, no acercarse demasiado al flujo de lava y mantener los grupos a un máximo de diez personas”, explicó Bernardini.
Los equipos de rescate alpino, que incluyen perros especializados, patrullan las zonas de mayor actividad turística mientras el volcán continúa expulsando lava por múltiples bocas eruptivas. Las imágenes captadas por drones muestran corrientes de lava fluyendo desde el cráter, con turistas observando el espectáculo natural desde distancias seguras bajo supervisión profesional.
Según los datos instrumentales más recientes del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV), la actividad eruptiva actual está experimentando una fase de desaceleración. El temblor volcánico, que indica la fuerza de ascenso del magma dentro de los conductos, ha descendido de valores altos a medio-bajos, señalando que la actividad cumbre está perdiendo vigor.