PARIS.-Francia fue escenario de un violento episodio meteorológico entre el miércoles 25 y la madrugada del jueves 26 de junio, que dejó un saldo trágico: al menos dos personas fallecieron, entre ellas un niño de 12 años, y otras 17 resultaron heridas. Las tormentas, acompañadas de fuertes ráfagas de viento, granizo y abundante aparato eléctrico, provocaron severos daños en distintas regiones del país.
El menor perdió la vida tras la caída de un árbol cerca de Montauban, en el sur de Francia, mientras que la segunda víctima fatal fue un hombre que circulaba en un quad y fue aplastado por un árbol en el departamento de Mayenne, en el noroeste del país.
Daños estructurales y miles sin electricidad
Según Protección Civil, más de 110.000 viviendas quedaron sin suministro eléctrico durante la noche, cuando el fenómeno alcanzó su mayor intensidad. Además, el tráfico ferroviario tuvo que ser interrumpido en varias regiones debido a la caída de árboles sobre las vías y a inundaciones repentinas.
En París, los daños más visibles fueron provocados por la caída de árboles y ramas sobre automóviles y calles, así como anegamientos en distintas zonas de la ciudad.
Las causas: calor extremo y condiciones propicias
El servicio meteorológico francés explicó que estas tormentas se originaron por una ola de calor sofocante que afectó gran parte del territorio. Las temperaturas llegaron a alcanzar entre 35 y 39 grados en el interior del país durante la tarde del miércoles, generando las condiciones ideales para la formación de tormentas sobre el Atlántico, España y los Pirineos.
“El aire caliente actuó como un carburante extremadamente eficaz para alimentar las tormentas”, señalaron desde Météo France.
Aunque la intensidad del fenómeno disminuyó hacia la mañana del jueves, se mantiene una alerta amarilla en el norte, noreste y sureste del país. Las autoridades continúan evaluando los daños y asistiendo a las zonas más afectadas.