SANTO DOMINGO.- A un mes de la tragedia ocurrida el martes 8 de abril en la discoteca Jet Set de Santo Domingo, donde se registró un número devastador de víctimas, con al menos 233 personas fallecidas y más de cien heridos. El colapso del techo del popular local nocturno conmocionó a la nación y a la comunidad internacional.
En el momento del derrumbe, se llevaba a cabo una presentación del reconocido merenguero Rubby Pérez, quien, lamentablemente, también se encuentra entre las víctimas fatales. Se estima que la discoteca, un lugar emblemático de la vida nocturna de la capital dominicana, estaba operando a su máxima capacidad, lo que explica la alta cifra de afectados.
Las labores de rescate se extendieron por varios días, con equipos de emergencia trabajando arduamente entre los escombros en busca de sobrevivientes. Los heridos fueron trasladados a diversos centros médicos de la ciudad para recibir atención urgente.
Las causas exactas del colapso aún están bajo investigación. Sin embargo, han surgido diversas hipótesis. Se especula sobre posibles fallas estructurales debido al desgaste con el tiempo, vibraciones constantes generadas por el alto volumen de la música, e incluso el impacto de un rayo que afectó la estructura en 2023. También se ha mencionado un posible uso de suelo inadecuado para el tipo de construcción. Especialistas han señalado la importancia de la impermeabilización adecuada y el uso de materiales específicos en este tipo de edificaciones.
Las autoridades dominicanas han iniciado una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y evitar que tragedias similares se repitan. El gobierno ha declaró duelo nacional en señal de luto por las víctimas.
La magnitud de la tragedia ha generado una profunda consternación en la sociedad dominicana, con numerosas muestras de solidaridad y apoyo a las familias de los fallecidos y heridos. La discoteca Jet Set, que durante décadas fue un punto de encuentro y un símbolo de la vida nocturna en Santo Domingo, quedó reducida a escombros, marcando un trágico final para un lugar emblemático.