SANTO DOMINGO.- El Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) considera que es urgente que el gobierno, los empresarios, las instituciones sociales de servicios incluyendo las congregaciones de fe, fortalezcan esfuerzos conjuntos ante la necesidad de una cruzada por la paz, y dar frente a los altos niveles de violencia que sufre la población.
El pastor Feliciano Lacen Custodio, hablando a nombre de la entidad dijo que la violencia no solo afecta a grupos de mujeres indefensa, abusadas y maltratadas, sino es una situación de inseguridad ciudadana que afecta a la población, por lo que debe aplicarse el «imperio de la ley», y apoyar las medidas propuesta por la ministra de Interior y Policía para bajar la situación de violencia que se presenta en diferentes extractos sociales.
«Uno de los problemas más destacados es la violencia, especialmente los delitos como homicidios, asaltos y robos. La tasa de criminalidad en algunas zonas urbanas, en barrios marginados, es alta, lo que genera temor entre la población», añadió Lacen Custodio.
El presidente de la entidad eclesiástica, sostuvo que el crimen organizado, y las pandillas son las formas de violencia que más preocupan a los ciudadanos.
El CODUE, considera que esto afecta no solo a la familia, sino a las empresas, los sectores productivos y el turismo, el cual ha sido la carta de presentación del estado dominicano, Ya que nuestra economía se sustenta en una economía de servicios.
Por lo que si se genera un estado violento va en detrimento de un eje importante en
nuestro PIB, como lo es el sector turístico.
Pedimos que el Estado dominicano continúe garantizando las políticas públicas que cierren brechas e impacten la colectividad para que se inventan en mejoras de los servicios básicos de la población, ya que estas son detonantes que generan violencia.
Feliciano Lacen llamó a las iglesias, a las entidades que les duele esta nación a seguir promoviendo el mensaje de paz, esperanza en las diferentes comunidades donde se encuentra trabajando. Trabajar a favor de la convivencia pacífica, valorando en todo el sentido de la palabra y creando las condiciones para su desarrollo personal, familiar y profesional.