SANTO DOMINGO.- Al evaluar lo que ha sido el desempeño económico dominicano de 2024. el economista Haivanjoe Ng Cortiñas dijo que sus indicadores se caracterizan por ser claroscuros, y en ese sentido, explicó que como acontece con los balances, los resultados tienen puntos luminosos y claros, y la economía dominicana no es la excepción en términos de lo que anda mal y camina bien.
Estos contrastes -apunta el profesional de la economía- tienen impactos sobre la población y los agentes económicos en la República Dominicana.
Afirma que la economía dominicana conforme a los datos observados a octubre acumula un crecimiento de un 5.1 %, basado en el dato de 2024, el PIB del país podría alcanzar un 5.3 % para todo del año.
“Conforme a nuestra previsión, la economía alcanza su crecimiento potencial y logra a su vez cumplir con la meta de crecimiento, e incluso, con un desvío positivo, lo que resulta un punto claro, reponiéndose del revés de la ralentización del PIB del 2023 que fue de un 2.4 %”, subrayó.
Sin embargo, el economista señaló que, el punto oscuro del desempeño del PIB en 2024, se encuentra en que el sector minero continúa teniendo una tasa de movilidad negativa (a octubre -5.4 %), el turismo perdió intensidad de crecimiento al registrar un 6.0 %, cuando el año pasado fue de casi 11.0 %, además, la manufactura local, así como la construcción su resultado es inferior al del año 2023.
Ng Cortiñas continuó diciendo que en materia de inflación se cumplirá con la meta, al registrar un nivel inferior a un 4.0 % anual; en contraposición a los elevados precios del arroz que manifiesta un incremento de alrededor de un 15.0 %, las habichuelas rojas casi un 14.0 y, el chocolate, con un 19.0% %.
“En lo referente a la tasa monetaria, a pesar de las reiteradas disminuciones desde junio de 2023 a diciembre de 2024, las tasas de interés bancaria no responden hacia la baja, como debe ser y, por el contrario, permanece en alto nivel, como es el caso de la activa promedio ponderado, que a diciembre el precio de dinero bancario se ubicó sobre un 15.0 %, siendo la razón del nulo efecto traspaso, el bajo nivel de liquidez en la economía, que se expresa en menos circulante que lo programado en casi 5 puntos porcentuales”, expuso.
Señaló que un tema que está matizado solo por el lado oscuro, es la deuda del sector público no financiero, la que al cierre del año 2023 su saldo terminó con un monto de US$ 54,829 millones, equivalente a un 45.1 % del PIB.
Sin embargo -agrega- para los primeros 11 meses del 2024 se sitúa en US$ 57,437 millones y una presión sobre el PIB de 46.1 %, lo que significa un aumento de US$ 2,608 millones en el saldo de la deuda y de 1.0 punto porcentual del PIB.
Sostiene que por el lado del balance fiscal persiste el nivel del déficit fiscal similar al del 2023, indicativo de ausencia de mejora para el año 2024 que está por concluir, al alcanzar RD$ 231 mil millones, un 3.11 % del PIB, lo que lo ubica en un nivel superior al registrado en la pre pandemia que se encontraba en el 2019 en torno al 2.3 % del PIB.
El economista aduce que, en cuanto al gasto público, el relativo al de capital, el gobierno central solo ha destinado un 11.58 % al 13 de diciembre de 2024 del gasto total, inferior al 13.6 % contemplado en el presupuesto vigente.
“Esta métrica es señal de la perdida de importancia relativa del referido gasto, además, de que puede expresar una menor participación sobre el desempeño económico del año en curso y, también, una pérdida de la calidad del gasto, al destinarse una menor proporción al aumento del patrimonio público, a la auto sostenibilidad del gasto y el financiamiento por endeudamiento” expresó.
Haivanjoe Ng Cortiñas agregó que, en la línea de la calidad del gasto público, la parte que lo explica es el del gasto social, por estar más destinado a los sectores sociales de menores niveles de ingreso monetario, mismo que se situó al 6 de diciembre de 2024 en un 44.5 %, nivel inferior a años atrás que se ubicó en un 46.0 %, lo que puede ser indicativo de una merma en la calidad del gasto público.
Dijo que en la parte de la economía externa, la cuenta corriente de la balanza de pagos para los primeros 9 meses del 2024 muestra una mejoría en su resultado, al registrar un déficit de US$ 2,754 millones, inferior en US$ 730 millones, cuando para iguales meses en el 2023 el déficit se elevó a US$ 3,484 millones.
“El contrapeso lo representa la posición de la inversión internacional neta, al presentar un deterioro superior al del 2023, ubicándose para el año en curso en un nivel mayor a los US$ 72,384 millones, una clara demostración de que los pasivos superan a los activos financieros”, continuó diciendo Ng Cortiñas.
Apunta que respecto a las reservas internacionales netas, aunque su nivel se sitúa a noviembre de 2024 en US$ 13,085 millones, equivalente a un 10.8 % del PIB -alineado al parámetro internacional-, su nivel registra un monto inferior a enero del año en curso (US$ 14,360 millones) e inferior a igual mes del año 2023 (US$ 15,044 millones), señal de deterioro, al tiempo de explicar parte de la poca liquidez en pesos dominicanos en la economía, al destinar parte de las divisas al mercado cambiario local.
En lo concerniente a mercado cambiario, señala que el tipo de cambio mostró una depreciación a la tercera semana de diciembre de 2024 de un 5.0 % y de un 6.24 anualizada, lo que indica que aún se encuentra dentro de la proyección del marco macroeconómico que la sitúa en un 6.73 %; sin embargo, el costo para mantener el referido tipo de cambio administrado por la mano del Banco Central, ha implicado el sacrificio de no menos de US$ 1,275 millones de las reservas internacionales.
Afirma que, a nivel social, el nivel de pobreza general monetaria se ha reducido a un 19.0 % de la población total, métrica inferior a igual fecha de 2023, cuando se ubicaba en un 24.4 %. “Este comportamiento se ve eclipsado al elevarse el nivel de empleo informal que se sitúa en un 55.0 % del total, cuando a diciembre de 2023 era de un 51.0 %”, precisa.
Al finalizar su balance de la economía dominicana de 2024, Cortiñas afirma que sin lugar a dudas puede ser tipificado como claroscuro, situación que representa un gran desafío para el gobierno, en el entendido de que la argumentación de la fallida reforma fiscal, puede desacelerar aún más el gasto de capital y crear menos expectativas para el sector privado, en un escenario internacional, en el que el mundo espera el día Uno -20 de enero 2025-, cuando será juramentado como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, el que ha creado incertidumbre al mercado internacional con su postura de nacionalismo económico.