REDACCIÓN.-El expresidente y candidato republicano Donald Trump (2017-2021) votó este martes en Florida con la promesa de que “no habrá violencia”, mientras la vicepresidenta demócrata, Kamala Harris, aprovechó la jornada para dar entrevistas a radios locales y hablar directamente por teléfono con los votantes.
Estados Unidos está aguantando la respiración en esta jornada electoral, en la que las encuestas muestran a Harris y Trump casi empatados y en la que millones de estadounidenses acudieron a las urnas en un clima de incertidumbre y bajo fuertes medidas de seguridad en estados clave como Arizona.
Uno de los votantes más esperados en esta jornada era el propio Trump, quien acudió acompañado de su esposa, Melania, para depositar su voto en un colegio electoral de West Palm Beach, en Florida, donde reside. En declaraciones a la prensa dijo sentirse “muy confiado” y “honrado de ver largas filas, especialmente largas filas de republicanos«.
Trump no aclaró si se declarará ganador antes de que haya proyecciones sobre el resultado, como hizo en los comicios de 2020, que perdió frente a Joe Biden, y tampoco especificó si acatará los resultados. “Si es una elección justa, seré el primero en reconocer esos resultados”, se limitó a declarar.
Trump también respondió a preguntas sobre posibles episodios de violencia, después de que en 2020 algunos de sus seguidores armados se apostaran en centros de votación en Arizona, mientras que en Míchigan otros simpatizantes golpearon ventanas de recintos de escrutinio.
“No tengo que decirles a mis seguidores que no habrá violencia, por supuesto que no la habrá, mis seguidores no son gente violenta”, respondió visiblemente molesto el expresidente ante la pregunta de una periodista. “Ciertamente yo no quiero ninguna violencia”, añadió.