REDACCIÓN.- Cada 27 de septiembre, el mundo celebra el Día Internacional del Turismo, una fecha que, desde su establecimiento en 1980, ha servido para destacar la importancia de esta actividad como motor de desarrollo económico, cultural y social. Este día fue seleccionado para conmemorar la adopción de los Estatutos de la Organización Mundial del Turismo (OMT) en 1970, consolidando así el turismo como una fuerza global capaz de transformar sociedades.
A lo largo de los años, esta celebración ha evolucionado para abarcar los temas más relevantes en el mundo, como la sostenibilidad, la inclusión y, para 2024, la paz.
Para 2024, la OMT ha elegido el lema «Turismo y Paz», un tema que resalta el potencial del turismo para ser un instrumento de reconciliación y cooperación entre las naciones. A través del turismo, los viajeros no solo exploran nuevos lugares, sino que también experimentan otras culturas, lo que fomenta la tolerancia y el respeto mutuo.
El turismo sostenible, en particular, puede jugar un papel clave en la construcción de la paz. Al empoderar a las comunidades locales y generar empleo, el turismo inclusivo reduce las tensiones sociales y económicas, fortaleciendo el tejido social de las sociedades. De igual manera, contribuye a la creación de espacios de diálogo y entendimiento entre culturas que históricamente han estado en conflicto.
El turismo sigue siendo un pilar fundamental para la economía de República Dominicana, y los datos más recientes reflejan un crecimiento sin precedentes. Durante el mes de agosto de 2024, el país recibió 812,949 visitantes, lo que representa un aumento significativo en comparación con años anteriores. Este crecimiento es parte de una tendencia más amplia, ya que en los primeros ocho meses del año, el total de visitantes alcanzó la impresionante cifra de 7,781,690 personas.
El número de visitantes en agosto muestra un aumento del 45 % en comparación con el mismo mes de 2019, un 14 % respecto a 2022 y un 2 % en relación al año pasado. De los 812,949 visitantes de agosto, 675,149 llegaron por vía aérea y 137,753 a través de cruceros.
En el acumulado de enero a agosto de 2024, la República Dominicana recibió un total de 5,961,488 turistas por vía aérea, lo que equivale a un 51 % más en comparación con 2019, un 49 % en relación a 2022 y un 8 % más que en 2023. Además, el país ha registrado la llegada de 1,820,020 cruceristas en este mismo período, lo que implica un aumento del 147 % en comparación con 2019, un 142 % frente a 2022 y un 19 % respecto al año anterior.
En términos económicos, el turismo sigue siendo uno de los sectores más importantes del mundo, especialmente para los países en desarrollo. Según datos recientes, más del 10% del PIB global proviene de la actividad turística, lo que equivale a billones de dólares en ingresos. Para muchas naciones, el turismo representa una fuente principal de ingresos y una vía para diversificar sus economías.
La afluencia de turistas no solo representa un récord en cifras, sino que también genera un impacto positivo en la economía dominicana.
El crecimiento del turismo en República Dominicana implica mayores ingresos, la creación de empleos y un impulso a sectores como la gastronomía, la hotelería y el comercio local. Cada visitante contribuye al fortalecimiento de la economía, creando oportunidades para los negocios locales y mejorando la calidad de vida de los habitantes.
A pesar de los innumerables beneficios del turismo, también enfrenta grandes desafíos. Uno de los más apremiantes es la necesidad de garantizar que el crecimiento turístico sea sostenible y responsable. El turismo de masas ha puesto presión sobre los ecosistemas frágiles y ha generado un impacto negativo en algunas comunidades locales, lo que subraya la importancia de implementar políticas públicas adecuadas.
El concepto de turismo responsable implica que tanto los gobiernos como las empresas y los viajeros deben actuar de manera consciente y respetuosa. Las estrategias para lograr un turismo sostenible incluyen la promoción de prácticas ecológicas, la protección del medio ambiente y la inversión en infraestructura que beneficie tanto a los residentes como a los visitantes.
El desafío también radica en equilibrar el crecimiento del turismo con la necesidad de proteger los recursos naturales y culturales. El sobreturismo, que se refiere a la saturación de destinos populares por el exceso de visitantes, es un problema creciente en muchas ciudades y sitios de interés.