FLORIDA.-Al menos tres personas murieron en Estados Unidos por el paso del ciclón Helene, que tras tocar tierra en la costa sureste con categoría 4 se degradó este viernes a tormenta tropical.
“Helene se debilitó a tormenta tropical a medida que se aleja tierra adentro en Georgia”, un estado vecino de Florida, indicó el centro estadounidense de huracanes (NHC) en un nuevo boletín.
Cuando tocó tierra, el ciclón tenía categoría 4 de un total de 5 y fue calificado de “extremadamente peligroso” por los servicios meteorológicos estadounidenses.
Helene causó la muerte de dos personas en Georgia y una en Florida.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, indicó que dos personas murieron en el centro del Estado e instó a todos los habitantes “a prepararse a nuevos impactos de Helene” en un mensaje en la red social X.
Los medios de comunicación locales informaron que las dos víctimas, un hombre y una mujer, fallecieron cuando su remolque fue arrastrado por un tornado.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, reportó la muerte de una persona que conducía en la ciudad costera de Tampa.
– Dos millones de hogares sin electricidad –
Helene alcanzó el llamado Big Bend, una región boscosa del noroeste de Florida, poco antes de las 11h30 locales (03H30 GMT), indicó el NHC.
El ciclón llegó a la costa con vientos máximos sostenidos de 225 km/h, a proximidad de la ciudad de Perry, de unos 7.000 habitantes.
“TODA la costa del Big Bend de Florida está en riesgo de marejada ciclónica potencialmente catastrófica”, alertó el NHC en redes sociales.
Los aeropuertos de Tampa y Tallahassee cerraron y dos millones de viviendas y negocios en Florida y Georgia se quedaron sin electricidad, indicó el sitio web PowerOutage.us, especializado en señalar apagones.
A pesar de las previsiones, Patrick Riickert se negó a evacuar su pequeña casa de madera en Crawfordville, una ciudad de 5.000 habitantes a medio camino entre Tallahassee y la costa, que seguramente sea arrasada por Helene.
La mayoría de los habitantes se fueron, pero él, su mujer y sus cinco nietos “no van a ir a ninguna parte”, dijo a la AFP el hombre de 58 años.
“Me voy a refugiar” y aguantar el huracán, aseguró. Así lo hizo en 2018 cuando el mortal huracán Michael, una megatormenta de categoría 5, azotó la zona noroeste de Florida. “Confío en mi fe en que Dios me mantendrá a salvo”, añadió.