REDACCIÓN INTENACIONAL.– Dominique Pélicot, el hombre apodado como el ‘Monstruo de Aviñón’, acusado de haber drogado a su mujer durante al menos una década para que decenas de individuos la violaran en su propia vivienda, no acudirá este martes a declarar ante el juez por motivos de salud, tal y como ha informado el presidente del Tribunal de Vaucluse, Roger Arata.
El septuagenario, que habría suministrado a su mujer, Gisèle Pelicot, ansiolíticos sin su consentimiento en aras de mantenerla inconsciente durante las agresiones, ha sido sometido a varios análisis y pruebas médicas, cuyos resultados deben ser entregados cuanto antes a la corte, según informaciones recogidas por la cadena de televisión francesa BFMTV. «Ayer se le tomaron muestras, pero el personal médico aún no dispone de los resultados.
El señor Pélicot sigue sufriendo. Recibirá cuidados de urgencia durante el día», ha aseverado Arata durante el inicio de la vista judicial en la que ha afirmado que se baraja la posibilidad de suspender el juicio durante el tiempo necesario hasta que el acusado se recupere por completo de lo que fuentes cercanas al asunto han descrito como una infección urinaria.
«La señora Pélicot y sus hijos no desean declarar sin su presencia», ha confirmado uno de sus abogados, Stéphane Babonneau, que ha matizado que es «absolutamente necesario que sea atendido médicamente para que pueda asistir al juicio».
Pélicot ya se había ausentado el lunes debido a un dolor de abdomen, por lo que no estuvo presente en la vista en la que varios expertos abordaron los rasgos de su personalidad. No obstante, la audiencia de este martes sí ha continuado con el testimonio de Stéphan Gal y Jérémie Bosse Platière, principales encargados de sacar adelante la investigación sobre el caso, que involucra a otros 50 hombres de edades comprendidas entre los 26 y 74 años, quienes habrían sido reclutados por Pélicot a través de Internet con el fin de violar a su mujer.
Del total de 51 hombres que se sientan en el banquillo por este caso, 35 han reconocido haber mantenido relaciones, pero con el matiz de que no entendían que fuese un abuso no consentido, mientras que solo tres han pedido disculpas de momento.