REDACCIÓN.– El 4 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Salud Sexual, una iniciativa promovida por la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) desde el año 2010.
La salud sexual es un aspecto esencial del bienestar general, y no debe ser ignorado ni estigmatizado. Por ello, lo que se busca con la celebración del Día Mundial de la Salud Sexual es concienciar a la población acerca de la importancia de los derechos sexuales, la diversidad sexual, así como la salud sexual y reproductiva de una manera placentera, sin discriminación o riesgos.
Asimismo, se trata de divulgar información acerca de los factores de riesgo, enfermedades de transmisión sexual y contagios, así como las precauciones pertinentes para una vida sexual saludable.
La salud sexual se define como un estado de bienestar físico, emocional, mental y social en relación con la sexualidad. No es simplemente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad.
Para lograr y mantener una buena salud sexual, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y cumplidos. Esto implica el derecho a tener relaciones sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia, así como el acceso a la educación y servicios de salud sexual.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como «un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia».
La sexualidad abarca aspectos como el sexo, la identidad de género, el erotismo, el placer, la reproducción y la intimidad. Se expresa en pensamientos, valores, creencias, deseos, actitudes, roles y prácticas.
La Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS) es una organización internacional creada en el año 1978 que agrupa a organizaciones no gubernamentales, sociedades científicas y profesionales en el área de la sexualidad humana, cuyo objetivo principal es promover los derechos sexuales, fundamentados en los derechos humanos universales para una adecuada salud sexual.
Promueve la salud sexual a través de campañas, eventos y actividades educativas en diferentes regiones del mundo.
Los derechos sexuales son una parte fundamental de los derechos humanos, ya que garantizan el respeto a la dignidad, la libertad y la igualdad de todas las personas en relación con su sexualidad.
Esto implica el derecho a tomar decisiones libres y responsables sobre su vida sexual, incluyendo el acceso a la educación sexual, a la información y a los servicios de salud sexual y reproductiva, así como la protección contra la violencia, la discriminación y la coerción.
Reconocer que los derechos sexuales son derechos humanos es esencial para promover una sociedad más justa, inclusiva y respetuosa con la diversidad.