REDACCIÓN.-Al menos 66 personas murieron o desaparecieron en las localidades de Gressier y Carrefour, al sur de la capital de Haití, entre enero y julio de este año, en ataques perpetrados por bandas armadas, según un informe de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh).
Entre las víctimas figuran cuatro agentes de Policía Nacional Haitiana, (PNH), 15 mujeres y un menor de edad, precisa el informe, que revela, además, que 12 de las víctimas tenían entre 60 y 80 años.
Un documento subraya que los bandidos armados visten uniformes policiales, se desplazan con sus armas de fuego en vehículos y motocicletas equipados con sirenas policiales, y exigen a los residentes locales que les paguen una suma periódica basada en el número de personas que viven en las casas o que realizan una actividad generadora de ingresos.
“Las intervenciones policiales para recuperar el control de estos dos pueblos son muy escasas y hasta ahora no han dado ningún resultado”, denunció Rnddh, que sostiene que las familiares de estas víctimas y testigos han descrito el horror que han vivido en un contexto marcado por un marcado deterioro de la situación en este deprimido país caribeño.
Cientos de viviendas las saquearon, incendiaron u ocuparon ilegalmente, mientras que se han robado o incendiado vehículos y destruido bienes, según el informe sobre la situación.
Se han instalado al menos 12 peajes en la entrada sur de Puerto Príncipe, desde Portail de Léogane hasta Gressier, y bandidos armados han establecido un sistema de recaudación diaria en al menos seis mercados.