El trastorno del espectro autista (TEA), es una condición de desarrollo que altera la manera en que los niños se comunican e interactúan con las personas, se denomina espectro debido al amplio rango (espectro) de gravedad. Es por eso que tratarlos de forma adecuada requiere comprensión, paciencia y enfoques adaptativos. Es crucial utilizar apoyos visuales, anticiparse a los cambios y ofrecer entornos seguros para reducir la ansiedad. La comunicación es una cuestión fundamental: debe ser clara y directa. En este contexto es fundamental evitar estereotipos para promover una verdadera inclusión.
El Día Mundial de Concientización sobre el Autismo, que es el 2 de abril, cientos de voluntarios y representantes de distintas ONGs lanzaron la “Semana Azul”, una iniciativa que se extenderá por 7 días bajo la consigna #hablemosdeautismo. El objetivo de esta iniciativa que empezó el 27 de marzo y finalizará este martes, es tratar de aprovechar la coyuntura de seis feriados consecutivos para ganar espacios y hablar de esta condición.
Según la universidad Rochester el paciente (TEA) se clasifica dentro de los trastornos del desarrollo, influenciando significativamente cómo los niños se relacionan y comunican con aquellos que los rodean. “Este trastorno recibe el nombre de ‘espectro’ dada la extensa variedad de intensidades que puede manifestar, haciendo que algunos niños logren comunicarse oralmente y, con el paso del tiempo (y dependiendo de la gravedad del cuadro), alcancen la independencia de vivir por su cuenta, mientras que otros no consiguen estos avances”, definen.
Desde edades tempranas, los niños diagnosticados con TEA evidencian síntomas que persisten a lo largo de la niñez y se extienden hasta la adultez. Si bien las causas exactas del TEA continúan siendo un misterio para los especialistas, “se sugiere que podría ser el resultado de una interacción entre la predisposición genética del individuo y factores ambientales que activan estos genes”, dicen desde el centro médico de la reconocida universidad.
Las dificultades para establecer relaciones sociales son comunes en niños con TEA, quienes frecuentemente evitan el contacto visual directo y tienden a aislarse, mostrándose a veces desapegados incluso con miembros de su propia familia. Algunos de ellos pueden mostrar una fascinación particular por temas específicos, deseando centrar las conversaciones exclusivamente en esos intereses. Esto puede resultar en diálogos prolongados sobre un único tema, lo cual podría provocar el alejamiento de los demás debido a la naturaleza unidireccional de la comunicación”, explican.
Para padres y abuelos de niños dentro del espectro autista, enfrentarse a la realidad de no lograr una conexión profunda puede ser una experiencia desoladora. Sin embargo, un camino hacia la comprensión y mejora de la relación es informarse más sobre el trastorno y explotar estrategias que hayan beneficiado a otros en situaciones similares
Rompiendo las barreras del TEA
Muchos niños afectados por el TEA han logrado avances significativos en su capacidad para comunicarse e interactuar con otros, gracias a los avances y esfuerzos de profesionales de la salud y especialistas en salud mental dedicados a esta área.