Redacción Internacional.- El asalto de un grupo de encapuchados a un canal de televisión de Ecuador mientras transmitía en vivo el noticiero de media tarde irrumpió el martes en la vida de los ecuatorianos con un ataque sin precedentes que evidenció un nuevo salto en la espiral criminal en el país, que vive desde hace tres años sumido en la violencia, la inseguridad y en un récord de homicidios año tras año.
La jornada ya había arrancado con una secuencia de 30 actos violentos en varios puntos del país, con policías secuestrados, motines carcelarios, explosiones de vehículos y precedida por la presunta fuga de la cárcel de los cabecillas de grupos criminales.
Pero nunca antes se había visto en directo ante miles de espectadores el asalto de varias personas que apuntaban y sometían a los presentadores y trabajadores en el estudio central del canal con dos armas largas, dos cortas, una ametralladora y explosivos de tipo industrial y militar, según confirmó después un mando policial de Guayaquil, ciudad en la que está el medio de comunicación.
El incidente fue neutralizado por la policía con un saldo de 13 detenidos. No se ha confirmado oficialmente que hubiera heridos.
¿CUÁNDO SE VOLVIÓ ECUADOR UN PAÍS VIOLENTO?
La violencia empezó a tener repercusión pública en febrero de 2021 con una masacre en el interior de la prisión más violenta del país, la denominada Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, considerada la ciudad más peligrosa del territorio.
El sangriento enfrentamiento en esa cárcel dejó al menos 79 reclusos asesinados y fue el primero de una secuela de violentos choques entre reclusos de bandas rivales.
Según las autoridades, las disputas dentro de las cárceles se originaron con la muerte en diciembre de 2020 de un capo del narcotráfico líder de la banda Los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, vinculada al narcotráfico internacional. Su desaparición derivó en división interna entre grupos locales que buscaban captar su poder.
En septiembre del mismo año se produjo la peor masacre carcelaria en la que 119 reos fueron asesinados en distintos centros penitenciarios, algunos de ellos, decapitados. En total, unos 18 choques violentos dentro de las cárceles han dejando más de 450 prisioneros muertos en los últimos tres años.
La violencia en las cárceles, que las autoridades aseguran que se han convertido en centros de control del crimen organizado, permeó hacia las calles y en Ecuador se desbordaron otros delitos contra ciudadanos como secuestros, asesinatos, robos, extorsiones y más, que han llevado al país a ser uno de los más violentos de la región.
El año 2023 culminó como el más violento de la historia de Ecuador, con más de 7.600 asesinatos, muy por encima de los 4.600 con los que terminó el 2022, que a su vez duplicaban los 2.100 homicidios de 2021.
¿QUÉ ESTÁ HACIENDO EL GOBIERNO EN RESPUESTA?
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, que asumió el cargo hace un mes y medio, prometió en campaña erradicar la violencia con su plan Fénix, una estrategia de seguridad de la que no se han revelado detalles y que, hasta el momento, no ha frenado los actos de violencia en el país.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó el estado de excepción por un "conflicto armado interno", según explicó este martes luego de una sucesión de asaltos de comandos armados.
Argentina, Bolivia y Colombia, organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Comunidad Andina, así como organizaciones no gubernamentales, condenaron la ola de violencia y algunos de ellos se ofrecieron incluso a apoyar a las autoridades de ese país con el envío de efectivos armados si fuese necesario.
Hasta el momento Setenta personas han sido detenidas en todo el país en operativos realizados a nivel nacional.