SANTO DOMINGO.-.-El Observatorio de Derechos Humanos para Grupos Vulnerabilizados expresa su profunda preocupación ante las recientes declaraciones realizadas por la Policía Nacional, en las cuales se menciona la detención y depuración de personas con "perfil sospechoso" durante los festejos de Navidad y Año Nuevo.
Reconocemos la importancia de mantener la seguridad ciudadana durante estas festividades y en el día a día, pero instamos a las autoridades policiales a ejercer su labor con el máximo respeto a los derechos humanos y la dignidad de todas las personas.
En particular, nos preocupa la definición de "perfil sospechoso" que en los barrios podría entenderse como uso de abrigos, capuchas, mascarillas, gafas, tatuajes y "peladas calientes" y ciudadanos que circulan en motores y pásolas que trabajan como repartidores. Es crucial evitar estigmatizar o etiquetar a una amplia parte de la población, principalmente jóvenes, que suelen utilizar estas prendas de vestir. El respeto a la diversidad y a la individualidad de cada ciudadano debe ser fundamental en cualquier acción policial.
Manuel Meccariello, Director del Observatorio de Derechos Humanos para Grupos Vulnerabilizados, subraya la necesidad de salvaguardar la dignidad de las personas, incluso en situaciones de detención preventiva. Es imperativo que cualquier depuración realizada por la policía se lleve a cabo de manera instantánea y utilizando las tecnologías disponibles, siempre bajo el más alto respeto a la integridad personal, tal como lo establece el artículo 42 de la Constitución Dominicana.
Recordamos a las autoridades policiales el cumplimiento del artículo 255 de la Constitución de la República, que establece la función de la Policía Nacional de proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas y la convivencia pacífica, respetando la ley y la integridad de los ciudadanos. Asimismo, hacemos hincapié en los principios fundamentales de la actuación policial, según el artículo 14 de la Ley Orgánica de la Policía Nacional 590-16, que incluyen el respeto absoluto a la constitución y las leyes, la eficiencia, la objetividad, la eficacia, la profesionalidad y la atención a la ciudadanía.
En este contexto, llamamos a la reflexión y la colaboración entre la sociedad civil y las fuerzas del orden para garantizar la seguridad ciudadana sin comprometer la dignidad y los derechos fundamentales de cada persona.