PUERTO PRÍNCIPE, — Los haitianos se muestran escépticos ante la oferta de Kenia para dirigir una fuerza policial internacional destinada a combatir la violencia de las pandillas que ha asolado la nación caribeña.
Los abusos sexuales y el devastador brote de cólera que acompañaron a las fuerzas extranjeras en las últimas décadas no inspiran demasiada confianza. Pero los haitianos sostienen que el derramamiento incontrolado de sangre deja muy pocas opciones más.
Florence Casimir, una maestra de primaria, dijo que aunque las intervenciones internacionales pasadas han perjudicado a Haití, sus abusos no se comparan con la brutalidad de las bandas, que secuestran a sus alumnos y obligan a sus padres a pagar cuantiosos rescates.
“Nunca será mejor (que las intervenciones pasadas), pero en este momento la población haitiana no tiene elección”, afirmó Casimir. “El pueblo haitiano no puede luchar solo”.