Redacción Internacional.- En medio de las crecientes tensiones por el cada vez más evidente apoyo de China a Rusia en su intento de prolongar la invasión a Ucrania y de evadir las sanciones que generó, los ministros de Exteriores del G7 han prometido este martes intensificar las medidas contra Moscú.
“Seguimos comprometidos con la intensificación de las sanciones contra Rusia y la coordinación, así como con contrarrestar los intentos de Rusia y de terceros de eludir y socavar nuestras medidas sancionadoras”, dice un comunicado conjunto, en el que han condenado “una vez más” en los términos “más enérgicos posibles” la guerra.
Los titulares de Exteriores han reiterado su llamado “a terceros para que dejen de prestar asistencia a la guerra de Rusia”, amenazando con “graves costes”, al tiempo que han anunciado que reforzarán su “coordinación para prevenir y responder” a aquellos que apoyen materialmente la guerra de Rusia.
Esto último es un evidentemente aviso de advertencia a China, que en los últimos días, bajo la excusa de querer ser un mediador en la guerra, se ha mostrado por el contrario cada vez más servicial a los intereses de Putin.
“Estamos decididos, en consonancia con nuestros respectivos ordenamientos jurídicos, a que los activos soberanos de Rusia en nuestras jurisdicciones permanezcan inmovilizados hasta que se produzca una resolución del conflicto que aborde la violación por parte de Rusia de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”, han sostenido.
“Cualquier resolución del conflicto debe garantizar que Rusia pague por los daños que ha causado”, han destacado, agregando que “no puede haber impunidad para los crímenes de guerra y otras atrocidades como los ataques de Rusia contra civiles e infraestructuras críticas”.
Los representantes del G7 condenaron el “traslado ilegal y la deportación de ucranianos, incluidos niños, y la violencia sexual contra ucranianos relacionada con el conflicto”, así como “la irresponsable retórica nuclear de Rusia y su amenaza de desplegar armas nucleares en Bielorrusia”, anuncios que califican como “inaceptables”.
“Cualquier uso de armas químicas, biológicas o nucleares por parte de Rusia tendría graves consecuencias”, han dicho, recordando la importancia de los 77 años de no utilización de armas nucleares desde 1945.
Por otro lado, han denunciado la “militarización de los recursos alimentarios y energéticos” por parte de Rusia, ya que “ha agravado las vulnerabilidades económicas, ha exacerbado crisis humanitarias ya terribles y ha intensificado la inseguridad alimentaria y energética mundial”
Los miembros del G7 dejaron en claro su postura frente al acercamiento militar del régimen de China en favor de Rusia y a su vez, sobre la situación de Taiwán, tras las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, en su visita a Beijing, en las que llamó a una mayor autonomía europea respecto a Washington en esas cuestiones.
Los cancilleres del Grupo de los Siete destacaron que “no existe ninguna base legal para los reclamos expansionistas marítimos” de China en lo que refleja un evidente endurecimiento del discurso del grupo contra las políticas imperialistas de Beijing y sus actividades militares en el Indopacífico, por lo que los representantes del G7 volvieron a subrayar la importancia de la “paz y la estabilidad” del estrecho de Taiwán.