Redacción Internacional.- Decenas de miles de fieles asistieron este domingo a la misa de Pascua en la plaza de San Pedro del Vaticano, tras la cual el papa Francisco pronuncia su tradicional bendición “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y el mundo”), en la que se refirió a los conflictos que afectan al planeta.
Francisco habló de la situación en Nicaragua, donde el régimen de Daniel Ortega ha deportado a religiosos católicos y condenó a 26 años de prisión al obispo Rolando Álvarez. “Sostiene, Señor, a las comunidades cristianas que hoy celebran la Pascua en circunstancias particulares, como en Nicaragua y en Eritrea, y acuérdate de todos aquellos a quienes se les impide profesar libre y públicamente su fe”, imploró.