Redacción. – “¿Por qué buscar entre los muertos al que vive? No está aquí, ha resucitado”. En el marco de los acontecimientos de Pascua, el primer elemento que se encuentra es el sepulcro vacío, acto que marca el domingo de resurrección, evento que marca el fin de la Semana Santa.
En este séptimo día se recuerda el regreso de Jesús de entre los muertos tras ser asesinado por los romanos, quienes llevaron a cabo uno de los castigos físicos más brutales que causaba una muerte lenta: la crucifixión.
Según las antiguas escrituras, el mesías manifestó a sus doce apóstoles que este resucitaría al tercer día, tomando como referencia su fallecimiento en la cruz.
Este cumplió con lo dicho, ya que cuando llegó la fecha especificada, los romanos confirmaron que el cuerpo había desaparecido y solo se encontró una tela que lo cubrió, la cual es conocida como el manto sagrado. Las autoridades no daban por cierta la versión de su regreso a la vida, por lo que iniciaron una búsqueda con el único objetivo de encontrar su cadáver.
Se tiene entendido que su primera aparición sin su cuerpo terrenal fue a través de un intenso resplandor. Este solo marcó el recorrido que realizó profetizando y realizando milagros. Uno de los momentos más importantes fue su reencuentro con los apóstoles, quienes cayeron ante la sabiduría de su maestro. Quienes dudaban de su presencia lograron ver sus heridas aún cicatrizándose.
EL SIGNIFICADO DEL DOMINGO DE RESURRECCIÓN
Este es un día en el que se recuerda su continuidad con la misión del todopoderoso, quien le encargó que conviva con los hombres y mujeres para salvarlos del pecado. Su palabra comenzó a llegar a cada rincón del mundo gracias a sus fieles acompañantes, quienes con su fe y amor como motivación, evangelizaron con lo que Jesús les enseñó.
La enseñanza principal de su reencarnación está relacionada a lo que le confesó a Pedro en su última aparición. Este le indicó que nunca se va a separar de ellos, ya que él vive en sus corazones, y que nada cambiaría eso.
¿Qué le dijo Jesús a Pedro? Conforme al evangelio de Juan, Cristo resucitado se aparece otra vez a siete de sus discípulos en el lago de Tiberíades, y le hace reafirmar tres veces su amor por él, encargándole la tarea de ser pastor de sus ovejas y apacentar sus corderos.