Redacción Internacional.- Si se entrega el martes, se espera que Donald J. Trump siga los pasos rutinarios a un arresto por delito grave dictaminados por el estado de Nueva York, ahora que un gran jurado lo acusó por pagarle a una estrella porno a cambio de su silencio. Pero este arresto sin precedentes de un ex comandante en jefe de EEUU será todo menos rutinario.
Se pueden hacer algunas excepciones para este caso. Si bien el procedimiento estándar es que los acusados por delitos graves sean esposados, no está claro si se hará alguna modificación para el ex presidente estadounidense. La mayoría de los acusados son esposados con las manos detrás de la espalda, pero algunos casos de imputados por delitos financieros, que se consideran menos peligrosos, son apresados con las manos en su parte delantera.
Es casi seguro que Trump será acompañado en cada paso de esta acusación por agentes del Servicio Secreto de los EEUU, desde el momento en que sea detenido hasta su comparecencia ante un juez en los tribunales penales de Lower Manhattan. Los agentes están obligados por ley a protegerlo en todo momento.
La seguridad en el tribunalestá a cargo de funcionarios judiciales estatales, con quienes el Servicio Secreto ha trabajado en el pasado. Pero el portavoz principal de la agencia federal, Anthony J. Guglielmi, aseguró que no podía comentar sobre las medidas que se tomarían para Trump.
Trump puede tardar varios días en presentarse ante el juzgado. Tras la votación del gran jurado, la acusación contra el ex mandatario permanecerá sellada hasta su lectura de cargos prevista para el próximo martes, cuando se revelarán formalmente los cargos.
Luego de acusar a Trump, los fiscales se pusieron en contacto con sus abogados defensores y negociaron los términos de su entrega, una práctica común en investigaciones de delitos financieros.
La defensa de Trump, quien se postula por tercera vez como presidente, indicó el jueves por la noche que su cliente se entregará y se espera que sea presentado ante el tribunal el próximo martes.
Después de que sea procesado, es muy probable que sea puesto en libertad bajo palabra, porque la acusación contendrá solo cargos por delitos graves no violentos que, según la ley de Nueva York, los fiscales no pueden solicitar que se detenga a un acusado bajo fianza en tales casos.
Rendirse no está en el ADN del polémico ex presidente, que parece disfrutar atacando a los fiscales que lo han investigado, como Alvin L. Bragg, el fiscal de distrito de Manhattan que aseguró la acusación de este jueves. Trump calificó a Bragg de “racista” y “animal”, y aseguró que su investigación fue motivada políticamente.
En el improbable caso de que el ex mandatario se niegue a entregarse, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, ya ha dicho que su estado “no ayudará en una solicitud de extradición”, si las autoridades de Nueva York lo solicitan. Sin embargo, si los fiscales realmente buscaran la extradición de Trump y DeSantis intentara proteger a su rival republicano, posiblemente podría enfrentar acciones legales.