Redacción Internacional.– El balance de muertos del violento terremoto que azotó a Turquía y Siria subió este jueves a más de 16.000, mientras los socorristas siguen en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros en medio de un clima gélido.
Autoridades y médicos indicaron que 12.873 personas murieron en Turquía y 3.162 en Siria, tras el sismo de magnitud 7,8 del lunes, con lo que el saldo total alcanzó los 16.035 muertos confirmados.
Los equipos de rescate de Turquía encontraron durante la madrugada de este jueves a seis personas, entre las que se incluyen tres niños, cerca de 68 horas después de haber quedado sepultadas bajo los escombros de un edificio destruido en la ciudad de Kirijan tras los terremotos registrados el lunes en el sur del país, cerca de la frontera con Siria.
Este jueves los rescatistas también lograron sacar con vida de los escombros a un chico de 16 años, sin embargo a medida que pasan las horas disminuyen las esperanzas de que se produzcan otros milagros.
Por eso, mucha gente se preocupa ahora por llegar hasta los cuerpos sin vida de sus seres queridos y enterrarlos adecuadamente.
En declaraciones a la agencia de noticias Anka, Ovgun Ahmet Ercan, uno de los principales ingenieros geofísicos y expertos en terremotos del país, estimó en “unas 200.000″ el número de personas que permanecen bajo los edificios derrumbados.
“El número de personas que fueron rescatadas con vida del derrumbe es de unas 8.000. No hay garantía de ello, pero si el cálculo es correcto, hay otras 192.000 personas bajo los edificios”, advirtió el profesor.
Tras la conmoción inicial, el descontento se hace cada vez más palpable entre la población por la respuesta de las autoridades al fatal terremoto que, según admitió el mismo presidente turco Recep Tayyip Erdogan, tuvo “deficiencias”.
Numerosos supervivientes tuvieron que buscar por sí mismos comida y refugio. Sin equipos de rescate en varias zonas, algunos contemplaron impotentes cómo sus familiares atrapados pedían ayuda hasta que sus voces se apagaban