Redacción Internacional.-La baloncestista Brittney Griner aterrizó en Estados Unidos en la madrugada de este viernes, casi 10 meses después de haber sido detenida en Rusia y de convertirse en la norteamericana de más alto perfil encarcelada en el extranjero.
Griner quedó libre a cambio de la entrega a Rusia del famoso traficante de armas Viktor Bout. El avión en el que viajaría la deportista aterrizó en la Base Conjunta San Antonio-Lackland, en Texas.
El acuerdo para el intercambio de prisioneros consiguió uno de los principales objetivos del presidente Joe Biden, pero no incluyó la liberación de otro estadounidense, Paul Whelan, quien lleva casi cuatro años encarcelado en Rusia.
La decisión de Biden de autorizar la libertad de Bout, un delincuente ruso otrora apodado el “marchante de la muerte”, puso de manifiesto la gran urgencia del gobierno para conseguir el regreso de la jugadora, especialmente después de la reciente resolución de su caso, relacionado con drogas, y su traslado a una colonia penal.
Griner, que también jugaba básquetbol profesional en un equipo en Rusia, fue arrestada en un aeropuerto del país después de que las autoridades aseguraran haber encontrado en su equipaje cartuchos con extracto de cannabis para vapear. Antes de la sentenciada, el Departamento de Estado estadounidense, dijo que la deportista había sido “detenida injustamente”, algo que Moscú rechazó de forma tajante.