Redacción Internacional.-El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró este jueves que su país continuará con sus ataques contra las infraestructuras energéticas ucranianas, que ya provocaron masivos cortes de electricidad y agua en plenas temperaturas invernales. Se trata de un crimen de guerra, según lo establece el artículo 8 del estatuto de la Corte Penal Internacional.
“Sí, lo hacemos, ¿pero quién comenzó?”, lanzó Putin al margen de una ceremonia de entrega de medallas en el Kremlin. El presidente ruso presentó esos bombardeos como una respuesta a la explosión que dañó el puente de Crimea construido por Rusia y otros ataques imputados a Ucrania.
Putin también reprochó a Kiev haber “hecho saltar las líneas eléctricas de la central nuclear de Kursk”, una región rusa fronteriza de Ucrania, y de “no abastecer de agua” al bastión separatista prorruso de Donetsk en el este del país.
“No abastecer de agua a un ciudad de un millón de habitantes es un acto de genocidio”, aseguró, y acusó a los países occidentales de cerrar los ojos ante esas acciones de responsables ucranianos.