NUR-SULTAN, Kazajstán (AP) — En el contexto de la invasión rusa de Ucrania, el papa Francisco dijo el miércoles a la jerarquía ortodoxa rusa y a otros líderes religiosos que la religión nunca debe usarse para justificar el “mal” de la guerra y que Dios nunca debe “ ser rehén de la sed humana de poder”.
Francisco inauguró una conferencia interreligiosa en la ex república soviética de Kazajstán desafiando a las delegaciones a unirse para condenar la guerra y las justificaciones religiosas de la misma. Citó a un poeta kazajo al advertir que “el que permite el mal y no se opone a él no puede ser considerado un verdadero creyente. En el mejor de los casos, es un creyente a medias”.
En la audiencia de los 80 imanes, patriarcas, rabinos y muftis estaba el metropolita Anthony, a cargo de las relaciones exteriores de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que ha respaldado firmemente la invasión de Rusia. Se suponía que su jefe, el patriarca Kirill, había participado en el congreso, pero lo canceló el mes pasado.
Kirill ha apoyado la invasión de Rusia por motivos espirituales e ideológicos, llamándola una batalla “metafísica” con Occidente. Bendijo a los soldados rusos que iban a la guerra e invocó la idea de que los rusos y los ucranianos son un solo pueblo.
Francisco no mencionó a Rusia o Ucrania en sus comentarios a la conferencia de Kazajstán. Pero insistió en que los propios líderes religiosos deben tomar la iniciativa en la promoción de una cultura de paz, ya que sería hipócrita esperar que los no creyentes promuevan la paz si los líderes religiosos no lo hacen.