Redacción Internacional.– El ataúd de la reina Isabel II será llevado a la catedral escocesa de St Giles, en Edimburgo, en tres días y allí yacerá durante 24 horas, en las que los ciudadanos podrán acudir a presentar sus respetos.
El cuerpo sin vida de la soberana, que falleció este jueves a los 96 años en el castillo de Balmoral (Escocia), será primero trasladado a la residencia de Holyrood, sede del Parlamento escocés, y de allí será llevada previsiblemente el domingo a la catedral, situada en la Royal Mile de Edimburgo, a medio camino entre ambos edificios.
Tras anunciarse la noticia, el reverendo Calum MacLeod, ministro de ese templo, recordó que la reina era una “servidora fuerte y fiel”.
“Con toda la nación, en la Catedral de St Giles lloramos la muerte de su majestad la Reina, servidora fuerte y fiel para el Reino Unido y la Commonwealth durante muchos años”, indicó el religioso en la página web del templo.
La catedral oficiará un servicio por la soberana y se espera que sus hijos acudan en los próximos días a velar el cuerpo de su madre, en la conocida como la Vigilia de los príncipes.
OPERACIÓN UNICORNIO
No es ningún secreto que el plan del Reino Unido para la eventual muerte de la reina Isabel II recibió el nombre en clave de Puente de Londres.
Pero había disposiciones especiales si la monarca moría cuando estaba en Escocia, llamada Operación Unicornio.
El unicornio es el animal nacional de Escocia y forma parte del escudo de armas real, junto con el león de Inglaterra.
Los aspectos de la Operación Puente de Londres ya estaban activados, como los presentadores de la BBC vestidos de negro y los canales cambiando a noticias continuas.