Redacción.– Hoy 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en homenaje a las tres hermanas Mirabal, asesinadas en esta fecha, en 1960, por la dictadura en República Dominicana.
Se pretende fomentar la ejecución de políticas por parte de las naciones del mundo para la erradicación de la violencia de género, así como brindar apoyo y generar conciencia sobre la estigmatización y la vergüenza que sufren las víctimas.
La fecha elegida por la ONU para conmemorar la lucha colectiva de las mujeres no es casual. Un 25 de noviembre, pero de 1960, fueron asesinadas en República Dominicana las hermanas Mirabal, tres activistas que se oponían al régimen de Rafael Leónidas Trujillo. Este asesinato cimbró a la sociedad dominicana y eventualmente sería reconocido como el principio del fin de una dictadura que se prolongó por 31 años.
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron criadas en una familia de clase media de República Dominicana. Su padre, Enrique Mirabal, era un exitoso comerciante. Las tres (junto con una cuarta hermana, Bélgica Mirabal) acudieron a los colegios más respetados de su país y destacaron por una fina inteligencia y una asombrosa cultura. Mientras las hermanas crecían, en República Dominicana se imponía un régimen dictatorial que habría de vulnerar cada arista de la vida de los dominicanos.
La historia de República Dominicana no había sido tersa: en 1916 empezó una intervención militar norteamericana que se prolongaría hasta 1924; y, sin embargo, nadie pronosticó el terror que vendría. En 1930, Rafael Leónidas Trujillo dirigió un golpe de estado contra el presidente Horacio Vásquez. Después ascendió al poder tras unas elecciones donde fue el único candidato, marcadas por un ambiente represivo.
Así empezarían tres décadas de un régimen que, con la bandera de la lucha contra el comunismo, ejerció la violencia contra sus habitantes al mismo tiempo que enriquecía a sus líderes. Durante la dictadura de Trujillo se asesinó a más de 50 mil personas.
Muchos de sus crímenes tuvieron un componente racista y genocida, como en la Masacre de Perejil, donde fueron asesinadas 25 mil personas de origen haitiano. Dicha masacre tomó su nombre del método que eligió la policía para elegir a las víctimas: se les pedía decir en español la palabra “perejil”, de difícil pronunciación para los hablantes del creolé. Mientras la población de República Dominicana era reprimida, los dirigentes del régimen se enriquecían en una cleptocracia consumada. Se calcula que solamente la familia directa de Trujillo llegó a monopolizar tres quintas partes de la economía del país.
Los destinos de la familia Mirabal y el dictador Trujillo se cruzaron por primera vez en 1949. El dictador por entonces organizaba fiestas donde buscaba jóvenes mujeres de las que pudiera aprovecharse. La familia acudió a una de estas fiestas. Minerva Mirabal aceptó bailar con el dictador pero rechazó sus coqueteos. Trujillo se ensañó con la familia Mirabal tras el rechazo de la joven: Enrique Mirabal fue encarcelado y a Minerva se le impidió ejercer como abogada a pesar de que fue la primera mujer en recibirse de Derecho en República Dominicana.
Años más tarde, en 1959, Patria, Minerva y María Teresa se unirían al Movimiento Revolucionario 14 de Junio. Las tres hermanas participaron en reuniones clandestinas que tenían como fin derrocar a Trujillo. Nombradas por sus compañeros como “Las Mariposas”, las hermanas fueron destacados elementos al interior de la organización. Sin embargo, en 1960 la conspiración fue descubierta y las hermanas fueron encarceladas, al igual que sus maridos. Las Mirabal fueron vejadas, golpeadas y violadas durante su encarcelamiento. Tras su liberación, y a pesar de que sus maridos seguían presos, las tres retomaron sus actividades políticas.
El 25 de noviembre, las hermanas Mirabal fueron asesinadas por la policía de Trujillo. En compañía del chofer Rufino de la Cruz, las hermanas fueron emboscadas mientras regresaban de visitar a sus maridos encarcelados. Los cuatro fueron asesinados a golpes y asfixiados. Aunque la policía buscó aparentar que se había tratado de un accidente automovilístico, el asesinato fue repudiado por el pueblo dominicano así como por la comunidad internacional. Incluso los Estados Unidos, que habían sido aliados de Trujillo, le dieron la espalda y cerraron la embajada norteamericana.
Meses más tarde, en 1961, Trujillo fue asesinado por miembros del ejército en su coche. Los historiadores concuerdan en que su caída definitiva empezó con el asesinato de las hermanas Mirabal. Desde entonces, las Mirabal han sido homenajeadas y admiradas por el valor que demostraron en su lucha contra el régimen de Trujillo. A la postre se convirtieron en un símbolo de la disidencia, del feminismo y de la tenacidad en tiempos oscuros.
En 1981, el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, instauró el 25 de noviembre como Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. En 1999, la ONU retomaría la fecha y le daría proyección internacional para promover la lucha por los derechos de la mujer.