Redacción Internacional.-Este año se conmemora, el 21 de marzo, el Día Mundial del Síndrome de Down proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 2012. La fecha no es azarosa, ya que es el mes de marzo (mes 3) correspondiente a la trisomía del par 21, el nombre específico del síndrome.
El principal objetivo de la instauración de este día es crear conciencia dentro de la sociedad acerca del valor que tienen las personas con esta condición. Se pretende reivindicar sus aportaciones a la sociedad, sus derechos e independencia para la toma de sus propias decisiones y crecimiento personal.
Este síndrome fue descrito a finales del siglo XIX por el médico inglés John Langdon Down. Allí relata, entre otras particularidades, los rasgos faciales similares a los mongoles, quizás desde allí quedó el uso de la palabra estigmatizante. Recién en 1958, el pediatra y genetista (entre otras cosas) Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el par XXI de cromosomas.
Los aspectos neurocomportamentales de la trisomía del par 21 incluyen dificultades cognitivas, alteración en cuanto a la capacidad de concentración y atención, y en algunos casos un trastorno en el control de los impulsos.
Un estudio realizado sobre más de 6000 personas en Estados Unidos sobre la prevalencia en afecciones de la salud mental (Prevalence of Mental Health Conditions Among 6078 Individuals With Down Syndrome in the United States) lleva a la conclusión de que entender en profundidad estos aspectos es crucial para proveer estrategias de intervención específicas.