REDACCIÓN.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció el 19 de octubre en 1988 el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de concientizar a la población acerca de la importancia de esta enfermedad y promover que más mujeres se realicen un diagnóstico o tratamiento oportuno para prevenir el desarrollo de esta enfermedad.
Esta fecha pretende sensibilizar a la población con un mensaje clave: la importancia de la detección precoz, a fin de mejorar el pronóstico y la supervivencia de los casos de cáncer de mama, lo cual sigue siendo la piedra angular de la lucha contra esta enfermedad.
Actualmente el cáncer de mama es el más frecuente en las mujeres, tanto en los países desarrollados como en desarrollo. La mayoría de las muertes por cáncer de mama se producen en los países de ingresos bajos y medianos, donde gran parte de los casos se diagnostican en un estadio avanzado, sobre todo, por la escasa concienciación y las barreras que dificultan el acceso a los servicios de salud.
El Cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, en 2015 ocasionó 8.8 millones de defunciones. En particular el cáncer de mama ocupa el primer lugar en incidencia de las neoplasias malignas en las mujeres de todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) define al cáncer como un proceso de crecimiento y diseminación incontrolable de células. Puede aparecer prácticamente en cualquier lugar del cuerpo. Un porcentaje importante de cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, especialmente si se detectan en una fase temprana[
Para disminuir los riesgos de desarrollar cáncer de mama, es recomendable cambiar el estilo de vida y adoptar hábitos saludables como:
• No fumar.
• Tener una alimentación rica en frutas y verduras.
• Consumir pocas grasas animales y trans.
• Aumentar la ingesta de cereales integrales.
• Realizar entre 30 y 60 minutos de actividad física todos los días.
• Consumir ácido fólico.
• Mantener un peso saludable.
• Moderar el consumo de alcohol.
• Amamantar.
Cabe señalar que la autoexploración mensual a partir de los 20 años, el examen clínico anual desde de los 25 y mastografía a partir de los 40 años, son fundamentales para evitar riesgos.