REDACCIÓN INTERNACIONAL. Trabajadores y estudiantes tokiotas se mezclan a diario con turistas en uno de los puntos de encuentro más concurridos de Tokio y uno de los monumentos más visitados de la ciudad: la estatua del perro Hachiko en la estación de Shibuya, donde el animal cumplió hoy 100 este viernes esperando a su dueño.
Conocido mundialmente como “el perro fiel” por esperar cada día en la estación a su amo, Hidesaburo Ueno (1872-1925), a su llegada del trabajo, incluso después de que él muriera, Hachiko, de raza Akita y color crema, está inmortalizado muy cerca del famoso cruce de Shibuya en una figura de bronce, obra del escultor Takeshi Ando y alzada en 1948.
Se dice que Hachiko, nacido en la ciudad japonesa de Odate el 10 de noviembre de 1923 y cuyo nombre le fue dado por la similitud de sus patas delanteras, que estaban torcidas, con el ‘kanji’ japonés usado para el número ocho (八), pronunciado ‘hachi’, presenció la inauguración de esa primera estatua.